20 de mayo, a la hora del almuerzo.
Tengo un pasado ni-tan-grato con la gente que ocupa
lentes blancos. Me parecen hermosos para algunas caras. Estilizan mucho el
color de piel y de los ojos.
Cristian
2 ocupaba lentes blancos. Y, mirando en retrospectiva el repertorio de minos
con los que he salido, puedo afirmar sin miedo a equivocarme, que él es uno de
los más atractivos, físicamente-hablando. De mi estatura, con barbita, y se
vestía excelente. Además, usaba lentes blancos. Fue bien penosa la situación en
todo caso. Hubo una parte del contrato de la relación que yo no entendí
(mentira, si la entendí, pero soy súper porfiado). Justo esa parte donde decía
que éramos sólo amigos (con muchos beneficios). Lo asusté. Y él terminó
pensando que, como las minas locas de las teleseries, ando con el vestido en la
cartera. Al final me enteré que él me friendzoneaba
porque tenía un pinche argentino que lo esperaba en Córdoba… o Bariloche,
qué se shó. Recuerdo haber visto 500 days of Summer sólo por haberme enterado
de eso.
Todo
esto salió a propósito de que la Paula me comentara que tiene que cambiar
lentes, y que está pensando seriamente en comprar unos blancos. Yo creo que le
vendrían excelente a su cara.

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