Fuego

Lo que usted está a punto de leer no tendrá el mismo sentido que lo tiene para mí. Hablo de que la subjetividad impregnada en estas colillas de cigarros es profunda. Porque yo soy el que recuerda cómo se fueron las cenizas, y porque yo soy el que decide además, cómo narrarlo.
Es lo mismo que fumar: no espero que lo entienda, pero ojalá que lo disfrute.

miércoles, 20 de mayo de 2015

Lentes Blancos


20 de mayo, a la hora del almuerzo.
Tengo un pasado ni-tan-grato con la gente que ocupa lentes blancos. Me parecen hermosos para algunas caras. Estilizan mucho el color de piel y de los ojos.
            Cristian 2 ocupaba lentes blancos. Y, mirando en retrospectiva el repertorio de minos con los que he salido, puedo afirmar sin miedo a equivocarme, que él es uno de los más atractivos, físicamente-hablando. De mi estatura, con barbita, y se vestía excelente. Además, usaba lentes blancos. Fue bien penosa la situación en todo caso. Hubo una parte del contrato de la relación que yo no entendí (mentira, si la entendí, pero soy súper porfiado). Justo esa parte donde decía que éramos sólo amigos (con muchos beneficios). Lo asusté. Y él terminó pensando que, como las minas locas de las teleseries, ando con el vestido en la cartera. Al final me enteré que él me friendzoneaba porque tenía un pinche argentino que lo esperaba en Córdoba… o Bariloche, qué se shó. Recuerdo haber visto 500 days of Summer sólo por haberme enterado de eso.
            Todo esto salió a propósito de que la Paula me comentara que tiene que cambiar lentes, y que está pensando seriamente en comprar unos blancos. Yo creo que le vendrían excelente a su cara.

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