Fuego

Lo que usted está a punto de leer no tendrá el mismo sentido que lo tiene para mí. Hablo de que la subjetividad impregnada en estas colillas de cigarros es profunda. Porque yo soy el que recuerda cómo se fueron las cenizas, y porque yo soy el que decide además, cómo narrarlo.
Es lo mismo que fumar: no espero que lo entienda, pero ojalá que lo disfrute.

jueves, 28 de mayo de 2015

Nostaré



28 de mayo, después de la marcha.
Tengo una (ex) compañera-amiguita que está viviendo en Argentina. Se aburrió de estudiar Historia acá, donde tiene que gastar casi 3 palos anuales, y se fue a estudiar lo mismo allá. Al menos no está gastando por arancel.
            Con la Sharon la relación era bastante extraña. Su carácter me pateaba cuático a veces. Me hacía sentirla insoportable. Pero a la larga, me daba cuenta que igualmente le tenía un cariño enorme. Y la echo de menos. Hablamos por whatsapp de vez en cuando. Para contarnos cosas muy triviales que nos hagan recordarnos. Una de esas es la Bebe, la cantante española del “malo, malo ereh”, que tiene un disco preciosísimo llamado Y. (y punto), como una forma metafórica de ponerle fin a ese período depresivo post-relación. Una de las canciones más potentes es Nostaré. Sharon me contó ese día mientras fumaba que se había acordado de mí escuchándola. Y yo me quedé cantándola todo el resto del día.