28 de mayo, después de la marcha.
Tengo una (ex) compañera-amiguita que está viviendo en Argentina.
Se aburrió de estudiar Historia acá, donde tiene que gastar casi 3 palos
anuales, y se fue a estudiar lo mismo allá. Al menos no está gastando por
arancel.
Con la
Sharon la relación era bastante extraña. Su carácter me pateaba cuático a
veces. Me hacía sentirla insoportable. Pero a la larga, me daba cuenta que
igualmente le tenía un cariño enorme. Y la echo de menos. Hablamos por whatsapp
de vez en cuando. Para contarnos cosas muy triviales que nos hagan recordarnos.
Una de esas es la Bebe, la cantante española del “malo, malo ereh”, que tiene
un disco preciosísimo llamado Y. (y punto), como una forma metafórica de
ponerle fin a ese período depresivo post-relación. Una de las canciones más
potentes es Nostaré. Sharon me contó ese día mientras fumaba que se había
acordado de mí escuchándola. Y yo me quedé cantándola todo el resto del día.
