19 de mayo, casi a las 8 de la
noche.
Pelar es una cosa completamente distinta cuando se hace
con cigarro en mano. El gustito del humo le da a cada palabra que dices un tono
totalmente distinto. Más seriedad, menos jocosidad. Tus insidias se llenan de
intelectualidad nicotinosa.
Está la
Pame, que se come al Nacho, nuestro compañero, y que supuestamente estaba
embarazada, pero igual sigue fumando, entonces hasta con eso miente. No, pero
es verdad que se comió al Nacho, eso lo sabemos de buena fuente. El Nacho nos
contó. Ya, pero el Nacho igual se las da de galán. Capaz que la mina no lo
pesca, y él dice que sí para hacerse el machito. Pero si yo los he visto
juntos, y la mina sí es cariñosa. Ah, entonces deben haberse comido. ¿Y la
guagua será de él? No creo, capaz que es del ex. Oye, y escuchaste ayer cuando
estábamos sentados donde siempre, y la Pame estaba frente a nosotros y estuvo
todo el rato conversando sobre sus relaciones. Sí, y como que hablaba sola. Es
que habla fuerte. Pero no es sólo que hable fuerte, es que su voz es chillona.
Tiene como una cosa en el tono que la hace molesta, desagradable. Sí, tiene la
voz súper desagradable.


