Fuego

Lo que usted está a punto de leer no tendrá el mismo sentido que lo tiene para mí. Hablo de que la subjetividad impregnada en estas colillas de cigarros es profunda. Porque yo soy el que recuerda cómo se fueron las cenizas, y porque yo soy el que decide además, cómo narrarlo.
Es lo mismo que fumar: no espero que lo entienda, pero ojalá que lo disfrute.

miércoles, 27 de mayo de 2015

Pre-modernidad


27 de mayo, al almuerzo.
Como diría un gringo: that was a tough week bro’. Porque en serio. Después de tener que madrugar pa’ preparar bien el coloquio, se viene la prueba de Teorías de la Modernidad (alias El-ramo-de-los-sociólogos-cuadrados) con la mayor cantidad de lecturas del semestre. Y claro, uno lee, uno estudia, pero al final uno siempre siente que no sabe. Más cuando se trata de un ramo donde te descuentan puntaje por haber escrito “no obstante” en vez de “sin embargo”. En Historia no funcionamos así. Damos espacio a la interpretación, y muchas veces nuestra subjetividad se vuelve nuestra mejor herramienta. El punto de vista personal es lo que más enriquece una investigación. Pero no, para los sociólogos, la rigidez científica lo es todo.
            Por lo mismo necesitábamos un cigarro (fue un cigarro social). Que nos sirviera para tragarnos la angustia de que nos pueda ir mal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario