Fuego

Lo que usted está a punto de leer no tendrá el mismo sentido que lo tiene para mí. Hablo de que la subjetividad impregnada en estas colillas de cigarros es profunda. Porque yo soy el que recuerda cómo se fueron las cenizas, y porque yo soy el que decide además, cómo narrarlo.
Es lo mismo que fumar: no espero que lo entienda, pero ojalá que lo disfrute.

lunes, 25 de mayo de 2015

Heteronorma



25 de mayo, después de matemáticas.
No entraré a hablar de lo que significa heteronorma, porque pa’ eso necesito como veinte entradas más (se podría hacer un blog completo sobre micro-machismos, teoría queer, y el neo-feminismo). No lo haré porque no viene al caso.
            El cigarro lo prendí porque tenía ganas de fumar, y lo compartí con la Trini, la Gabriela y el Isaac (que también es gay, pero no lo admite). En un minuto hablábamos de un niño guapo de otra carrera, y la Trini saltó con un comentario como: “sí, pero tiene care’ mina”. Normalmente no me espanto por observaciones como esa, pero el Isaac es completamente distinto. Saltó de inmediato con el comentario: “qué heteronormado tu comentario”. Al rato seguían las quemadas, y la Trini obliga al Isaac a ir a comprar comida: “porque tú eres el macho de la relación”. Isaac estalló. Estuvo veinte minutos explicándole por qué, aunque sea hombre, no tiene por qué llevar el alimento al hogar, y que ese tipo de comentarios son los que culturalmente oprimen a la mujer, blah, blah, blah. Una lata.

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