Fuego

Lo que usted está a punto de leer no tendrá el mismo sentido que lo tiene para mí. Hablo de que la subjetividad impregnada en estas colillas de cigarros es profunda. Porque yo soy el que recuerda cómo se fueron las cenizas, y porque yo soy el que decide además, cómo narrarlo.
Es lo mismo que fumar: no espero que lo entienda, pero ojalá que lo disfrute.

domingo, 24 de mayo de 2015

Estrés

24 de mayo, inmediatamente después del cigarro anterior.
Entonces necesité prender otro cigarro, porque el estrés provocado por la culpa de no haber avanzado nada académicamente en tres días, y además darme el lujo de ver una película cómodamente con mi pololo, me provocó una crisis de angustia. No tengo idea por qué comenzaron. Era una persona súper calmada. Pero la tesis es una carga que pesa mucho más de lo que cualquiera puede admitir. Es como un elemento definitorio de tu vida. Rendirla bien representa, por lo tanto, un aspecto fundamental para sentirte bien contigo mismo.
            Paradójicamente, frente al ahogo, opto por fumar. Respirar humo, sacar el oxígeno. Buscar que las cenizas se lleven la intranquilidad de saber que no estoy rindiendo y que incluso ese gusto innecesario, el placer culpable de fumarse un cigarro, es tiempo malgastado.
            El tiempo nunca había sido tan dorado como cuando tuve que preparar la tesis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario